La localidad de Lora del Rio sen encuentra a 57 km de sevilla capital y posee alrededor de 18622 habitantes.
La abundancia de restos arqueológicos atestigua un rico desarrollo histórico.. El poblamiento tartésico de la Mesa de Setefilla, a partir de los inicios de la Edad del Bronce, hacia el 1700 a.C., continuado por otros asentamientos ibéricos en el núcleo urbano loreño y en las vecinas Mesa del Almendro y Mesa de Lora (Lora la vieja), marcan el comienzo de la historia local. A fines del siglo III a.C. los romanos se establecen en la comarca y con el nombre deAxati convierten a Lora en un gran centro productor-exportador de aceite de oliva. El emperador Vespasiano le concede el derecho latino y pasa a ser un Municipium Flavium. La romanización estaba hecha.
Aunque se carecen de datos fiables, la época visigoda debió tener una cierta importancia en la zona a juzgar por el número de restos funerarios hallados. Algunos autores atribuyen a este período el origen del actual nombre de Lora por la abundancia de laurel. La Lawra árabe siguió siendo un núcleo de población importante y un centro defensivo notable entre Córdoba y Sevilla según cuentan los cronistas contemporáneos.
Fernando III de Castilla la conquista a mediados del siglo XIII, concretamente en el año 1247, donándola inmediatamente a la Orden Militar de San Juan de Jerusalén o de Malta, cuyos caballeros habían contribuido decisivamente a su rendición. Con estos territorios la Orden organizó un pequeño señorío que acabó configurándose en una bailía y varias encomiendas, cuya capitalidad residía en la villa de Lora, jurídicamente establecida en la Carta Puebla de 1259. Esta situación se mantendrá hasta la desamortización del siglo XIX. Por tanto, este pueblo estuvo seis siglos bajo la tutela de las mismas manos, el Prior o Bailio de Lora.
En sus alrededores existieron siete aldeas bajo su jurisdicción, que se llamaron Septe filias, de donde procede el nombre de Setefilla, lugar donde se alza hoy el Santuario a la Virgen de dicho nombre, es en estos primeros años, tras la conquista, cuando va a surgir el culto a la Virgen de Setefilla, imagen que la Orden trajo, o hizo esculpir, y entronizó en el templo setefillano, a los pies del castillo, plaza fuerte y vigía de la zona, muy probablemente a mediados del siglo XIV.
En época árabe se fortifica el castillo y se construyen las murallas, recibiendo el nombre de LAWRA.
Lora del Río va a alcanzar su máximo esplendor a lo largo del siglo XVIII, reflejado en la construcción de importantes edificios públicos (Ayuntamiento), religiosos (Iglesia de Jesús) e incluso privados (Casa de los Montalbo, Casa de los Leones).
A lo largo del siglo XIX se van a producir importantes cambios en la villa de donde surgirá la Lora moderna que hoy se conoce, aunque será ya en nuestro siglo cuando, gracias a la implantación de nuevos regadíos y a la llegada de inmigrantes de otras regiones, Lora se recupere e inicie un proceso de crecimiento que, aunque con ciertos altibajos, aún no se ha detenido. Así mismo, los procesos de colonización agraria de los años sesenta ha supuesto la creación dentro de su término municipal de dos nuevos poblados: Setefilla y El Priorato.
La extensión del municipio es de 292 km2 y su altitud es de 38 m sobre el nivel del mar.