El origen de los asentamientos humanos se remonta hasta la época prehistórica, como lo demuestran los restos hallados en la zona, en el lugar llamado el Chaparral y en el Pozo de la Anea.
También se encuentran vestigios romanos en la Cañuela, la Mesa y el Villar del Almirante. Su nombre actual puede derivar de dos palabras: una, la ubicación del pueblo, la Campna o Campiña; la otra, la palabra que define la serie de torres provistas de campanas que servían en tiempos de la reconquista para llamar a la batalla en caso de ataque enemigo.
No se tienen noticias de la época árabe y visigoda de esta población.
En el siglo XV consiguió el título de villa, y fue donada a Don Miguel Bocanegra por el rey Juan II. El primero la entregó posteriormente a su hija en concepto de dote, al casarse con el Conde de Arcos. Después pasó a la familia real, y por último Doña Ana, hermana de Felipe II la vendió al Marqués de Villanueva del Río, en cuya familia permaneció hasta 1.810, fecha de la abolición de los señoríos.
Actualmente el municipio cuenta con 5148 habitantes y dista de la capital unos 56 km. Su extensión es de 125km2 y una altitud de 134 m sobre el nivel del mar.