La localidad de Alcala del Rio se encuentra a 13 km de Sevilla capital, su extensión es de 83 km2 y su altitud es de 30 m sobre el nivel del mar. Los primeros restos de los que podemos sacar conclusiones acerca de su origen provienen de la era del bronce final. El pueblo se asienta en la actualidad sobre la antigua ciudad romana «Ilipa Magna».
De la importancia que tuvo en la antigüedad dan testimonio las citas de Estrabón, acuñó moneda propia, de esta época todavía se guardan numerosos restos, entre ellos el «cipo romano» que sirve de pila para el agua bendita en la capilla de San Gregorio Osetano, así como la «muralla de la villa». En la Casa de la Cultura se conservan numerosos restos de esta época incluyendo el ancla romana que recientemente se trasladó desde los jardines modernistas de la Presa hasta este recinto. También se conservan otros restos de origen visigodo, como inscripciones y otros decorativos.
Los musulmanes llamaron a este pueblo «Al-Kalat-Criad-Al-Kibir», del que deriva el nombre que posee en la actualidad. En esa época conoce la ciudad otro nuevo esplendor, y solo pudo ser reconquistada por Fernando III su defensor, Axatal, la abandonó. En el siglo XIV fue ocupada por el Marqués de Cádiz, tras sus luchas con el Marqués de Medina-Sidonia.
Un dato curioso es que se utiliza el mismo escudo que Sevilla capital según privilegio real, concedido por ser guarda real del rió y defensa del puerto de Sevilla.
El municipio cuenta con una población total de 9130 habitantes.