El pueblo de Sierra de Yeguas es de fundación relativamente moderna, mediados del siglo XVI y los documentos más antiguos que se conservan en los archivos parroquiales y municipales datan de los siglos XVI y XVII. Por el nombre, se supone que los habitantes de este término se dedicaban a la crianza de ganado equino, existiendo al sur de la población un pilar que se cree era el abrevadero general.

El personaje más importante que merece destacarse, no por ser nacido en el pueblo, sino como muestra de gratitud hacia él, es don Francisco Granados Arjona (1835-1919), natural de Benamejí, quien afirmó que debajo de la sierra había agua abundante, tan necesaria. Hizo lo posible por convencer a todo el pueblo del peso de su razón e invirtió su propio capital en cavar pozos con picos y palas, que no se pudieron concluir al agotarse sus medios económicos. Sesenta años después, en el mismo sitio y con materiales modernos de perforación se han hecho numerosos pozos que dan agua a muchas hectáreas de cultivo, que han cambiado la fisonomía del pueblo y sus alrededores.