La localidad de Lahiguera cuenta con 1849 habitantes y se encuentra a una distancia de jaen capital de 31km.
El topónimo «la fuente de la Figuera», primer nombre conocido de Lahiguera, delata el origen castellano de su fundación, inexcusablemente unida a la llegada de las huestes del rey Fernando III a la comarca de Andújar. Corría el año 1225. Como consecuencia del pacto de las Navas de Tolosa, el reyezuelo de Baeza entrega al monarca los enclaves de Andújar, Martos y otros castillos de menor importancia, entre los que probablemente se contara el solar que hoy ocupa Lahiguera. Se presume que, en estos primeros años, su misión bajo la tutela de Castilla no fuera muy distinta de la asignada por los árabes, esto es, la de simple torre de vigilancia, bien que ubicada, como el correspondiente topónimo árabe indica, en el cerro llamado de La Atalaya. Para el interés de los castellanos, supuso una posición mucho más estratégica el lugar en el que se asienta el barrio más elevado de la población: los restos del torreón que parece ser fue La Tercia quedan como testigos de este traslado, un traslado que entiendo pudo justificarse por las dificultades de conquista que presentaron Arjona (1244) y Jaén (1246), ciudades que, a pesar de la cercanía, se incorporarán a la corona de Castilla veinticinco años más tarde que Andújar. La Tercia, por tanto, podría haberse construido como baluarte de esta ciudad, siempre a partir de 1234, año en que «la fuente de la Figuera» pasa a pertenecer al concejo de Andújar por los servicios prestados a Fernando III en la conquista de Úbeda. Desde La Tercia, y en ello estriba su importancia, pueden divisarse tanto Arjona como el castillo de Jaén y la ciudad misma de Andújar.
Estos primeros datos escritos en viejo pergamino, no obstan para reconocerle a Lahiguera una antigüedad más remota. ¡Nunca suele faltar algún descontento que lamente no hundir las raíces de su pueblo en civilizaciones florecientes y desaparecidas! En el pago de Velillos, en La Atalaya, en El Chorrillo y en no sé cuántos lugares más, excavaciones de profanos y depredadores con detectores de metales han levantado tesoros de todas y cada una de las culturas que se han asentado en el solar hispano: ibérica, romana, visigoda y árabe, por citar sólo aquéllas que más han ayudado a configurar nuestra esencia histórica.
Hubo en la primera mitad del siglo XVII dos clérigos historiadores que pueden dar fe del pasado romano de esta población. Se trata de Francisco Rus Puerta y Martín Jimena Jurado, quienes en sendos escritos recogen la inscripción de una lápida sepulcral, propiedad de doña María de Covaleda, cuyo texto indica que las difuntas eran dos libertas, madre e hija, de cinco (Sepia Lyde) y cuarenta años (Sepia Psique), piadosas para con sus deudos y suplicantes para que la tierra sea liviana con sus cuerpos. Esto quiere decir de Lahiguera «haver sido havitación y pueblo en tiempo de romanos».
A juzgar por los hallazgos arqueológicos habidos hasta 1930, A. Alcalá Venceslada presiente que una de las comarcas ibéricas de mayor riqueza promete ser el área formada por Torredonjimeno, Torredelcampo, Fuerte del Rey e Higuera de Arjona (Alcalá 1930, 240). Y no era errónea su apreciación, puesto que investigaciones posteriores han confirmado hallazgos con unos 15.000 años de antigüedad: tal es el raspador de sílex que recoge J. Cruz (1990, 98), perteneciente al Paleolítico Superior. Diversas piezas más completan el período hasta la Edad del Bronce. Fuera de toda duda, la pieza más significativa encontrada hasta ahora es la representación del dios fenicio-púnico Bes, datado en el siglo V a.C.
En la actualidad la población de Lahiguera tiene una extensión de 44km2 y sobre una altitud de 409m sobre el nivel del mar.