El templo, dedicado a la Asunción de la Virgen, se edificó sobre la antigua mezquita, en época de Fernando III el Santo. Pero, en el siglo XV se comenzó a edificar el santuario gótico con el fin de albergar la Santa Faz o Santo Rostro, lo que originó peregrinaciones hasta el templo. En el siglo XVI se encargaron reformas a Andrés de Vandelvira, quien imprimió un marcado carácter renacentista. Ha sido declarado Monumento Histórico-Artístico. La fachada barroca es de Eufrasio López de Rojas. El interior presenta 17 capillas, de ellas, la Mayor fue decorada por Juan de Aranda en el siglo XVII.