Aracena ha sido siempre un clásico lugar de veraneo para sevillanos y onubenses. Su casco urbano, declarado Bien de Interés Cultural, y la gruta de las Maravillas son sus principales atractivos turísticos.
Lo primero que se divisa desde la lejanía es la torre almohade sobre la que ondeó durante casi dos siglos el estandarte de los templarios. El núcleo urbano cuenta con numerosos monumentos de interés como el castillo y la iglesia de los Templarios, de los siglos XIII y XIV; la iglesia renacentista de la Asunción, del siglo XVI; el antiguo Ayuntamiento, edificio medieval con portada del siglo XVI; o la iglesia gótica de Nuestra Señora del Mayor Dolor, de los siglos XIII y XV, que es la más antigua de Aracena. Pero lo más interesante es su gruta de las Maravillas, que conserva bellas estalactitas y estalagmitas, y cuyos 1.500 metros de longitud la convierten en una de las más extensas de España. En su interior hay doce salones y seis lagos.