En el primer tramo del litoral, al pie de la sierra de La Contraviesa, que incide con la provincia de Granada, la carretera discurre paralela a la orilla, bordeando las playas y salvando las estribaciones serranas que dan lugar a un camino a veces levemente accidentado. La Rábita es un buen punto de partida: un antiguo pueblo de pescadores bien protegido por su pequeña fortaleza y rodeado de tierras de cultivo. Poco después, dejando atrás un tramo de costa rocosa, el viajero llegará a La Mamola, otro pueblo marinero dotado de una extensa playa. En Castell de Ferro (a 21 kilómetros de La Rábita) encontrará un pequeño núcleo urbano asentado a los pies de una colina: una torre vigía recuerda aquí, como en muchos otros puntos de la costa, los peligros de la piratería. A partir de estos momentos el viajero se adentra en el sector más turístico de la Costa Tropical. Las playas de Poniente, del Puerto y de las Azucenas forman el litoral de Motril y han dado lugar a una notoria concentración turística. Salobreña se encuentra sólo a siete kilómetros. Situado en las faldas de un cerro coronado por un castillo árabe, el pueblo, de calles empinadísimas y blancas, es una visita inexcusable. Las vistas que domina la vieja fortaleza abarcan la vega del Guadalfeo, cubierta de cañaverales, y se prolongan hasta Sierra Nevada. También dominado por un castillo musulmán, el pueblo de Almuñécar (a 17 kilómetros) es igualmente del máximo interés.