El municipio de Peñarroya-Pueblonuevo se encuentra a unos 79km de cordoba y cuenta con unos 12559 habitantes. La extensión del terreno es de 63 km 2 a una altitud de 537m sobre el nivel del mar.
El origen de la ciudad tuvo lugar en la existencia de un cortijo en el siglo XIII, que se fue convirtiendo en aldea al ser poblada por quienes huyeron de los abusos infligidos por el déspota comendador de Fuente Obejuna. Fue dependiente de Bélmez, apareciendo citada en 1333 en la Crónica de Alfonso XI. En ella aparece como ‘Peña Roja’, más tarde evolucionando a Peñarroya.
En un principio, el territorio se prestó a la ganadería y no a la agricultura, por ser territorio indiviso perteneciente a la orden de Santiago, y luego a la Corona, con derecho de uso para la Mesta -corporación de ganaderos del Reino de Castilla-, que lo utilizaba como invernadero. Aunque pequeños territorios serían labrados, no obstante, por el sistema de rozas. La aldea dispuso de un ermita con construcción de tipo rural del período barroco, en la que se venera a la Virgen del Rosario.
La segunda población que se fusiona -la antaño conocida como Pueblonuevo del Terrible- surge a unos dos kilómetros de Peñarroya, y fue dependiente asimismo de Bélmez. Un suceso notable de Pueblonuevo del Terrible ocurre durante la regencia de María Cristina de Habsburgo, cuando la Compañía de los Santos denuncia la Mina Terrible, matriz de la minería en el Valle.
En 1884, Pueblonuevo se segregó de Bélmez, constituyéndose en municipio independiente. Dos años más tarde lo hizo Peñarroya, produciéndose la fusión de ambos pueblos en un solo ayuntamiento en 1927.