Del devenir histórico de Luque se conservan restos de monumentos megalíticos, sumamente reveladores de su pasado prehistórico. Además se identifica con la antigua ‘Agamitor’ romana, aunque su relevancia comenzará con la dominación musulmana. En esta época -durante la cual esta villa recibió el nombre de ‘Lukk’-, se edificaban la Alcazaba y sus impresionantes murallas de las que aun quedan restos visibles. Por aquel entonces es cuando Luque alcanza su mayor esplendor. Fernando III la conquistó perdiéndola más tarde a manos árabes y recuperándola finalmente Antón de Luque ya bajo el reinado de Alfonso XI.
El topónimo de la villa pudiera muy bien derivar de la castellanización de su antiguo nombre árabe, aunque también pudiera provenir del apellido de su conquistador.
El atractivo de Luque reside tanto en su paisaje natural como en su casco urbano, ejemplar de pueblo pintoresco y paisajístico de blancas y quebradas calles, con algún que otro valor monumental de interés.
La población cuenta con 3286 habitantes repartidos es una extensión de 141 km2 y a una altitud de 662 m sobre el nivel del mar. La distancia entre la capital es de 74 km.