Con un marcado estilo andaluz, el recinto ferial acoge las casetas, que suelen estar abiertas a todo el público. El paseo central y sus calles cercanas se llenan de calesas tiradas por caballos, trajes de flamenca, música de sevillanas y vino. Su origen se remonta a las transacciones de ganado, un mercado que en la actualidad se ha trasladado al extrarradio de la ciudad. Durante la feria se desarrollan varias corridas de toros que tienen lugar en la plaza de Los Califas.